viernes, 12 de octubre de 2007

Girar a la izquierda

Luego del conflicto laboral que se produjo con los trabajadores de Codelco, el ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, comenzó a preparar su iniciativa de reforma laboral. Esta tiene como valores fundamentales promover la negociación colectiva y el término del reemplazo de trabajadores en huelga. Después, apareció la opinión de la Iglesia Católica sobre el salario ético, apreciación que escuchó la Presidenta, Michelle Bachelet, formando la comisión para la equidad social que preside el economista Patricio Meller.

Hasta ahí todo bien. Pero al paso de las semanas comenzaron a salir a la luz pública opiniones sobre una cierta “izquierdización” que estaría sufriendo la Concertación.

Primero fue la filtración de la opinión de algunos miembros de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), la que el 27 de junio pasado manifestó inquietud por el liderazgo de la Presidenta en comparación a Ricardo Lagos. A su vez, catalogaron al ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, como “agitador de conflictos promoviendo acciones de fuerza”.

Al parecer, el rol que está jugando el ministro Andrade ha ocasionado ruido en los grupos económicos por su proximidad hacia los sindicatos. Tal vez se habían acostumbrado al cariño y la condescendencia que los antecesores de Andrade le habían dado al empresariado buscando siempre su bienestar. Cuidándoles sus ganancias y dejando de lado el verdadero rol de la cartera del trabajo.

Así mismo lo expresó el ministro a La Tercera explicando que: "Respecto a las mayores o menores simpatías, yo soy ministro del Trabajo y en consecuencia tengo una tarea que cumplir en el ámbito de lo que es mi competencia. Desde ese punto de vista tener una buena relación con el mundo del trabajo es parte de mi tarea, yo no sé por qué todo el mundo se extraña por eso, es lo más raro que hay", comentó.

Después de ese episodio, extraño, pero no impensado, surgiendo nuevas críticas. Esta vez desde la propia Concertación. El presidente del Senado, Eduardo Freí y el ex alcalde de Santiago, Jaime Ravinet, apoyaron la opinión de los empresarios. Si bien no cuestionaron abiertamente el “liderazgo” de la Mandataria, sí lo hicieron en cuanto a la agitación laboral que ha vivido el país en el último período. Ambos llamaron a que el oficialismo se vuelva hacia el centro tal como lo había hecho hasta el gobierno de Lagos.

Sin embargo, queda la inquietud del razonamiento que se ha tenido sobre el tema. Pues bien, si velar por un movimiento de trabajadores sindicalizados, donde puedan hacer valer dignamente sus derechos, donde todos los trabajadores de “Líder”, por ejemplo, puedan negociar en conjunto y no por cada sucursal. Si velar por una sociedad más justa, donde todos podamos tener los mismos derechos de acceso a salud, educación y trabajo digno significa que la Concertación se izquierdiza, bienvenido sea la izquierdización del oficialismo. Ya era hora que se manifestara. Precisamente es este gobierno el que ha marcado un hito en cuanto a protección social con la aprobación de la reforma previsional.

Ya han pasado 17 años del retorno a la democracia. Está bueno que se definan posturas. Ya se acabó la democracia protegida donde no se podía hacer muchas escaramuzas por miedo. Eso debe cambiar y se está consiguiendo de algún modo. Ahora, si la Democracia Cristiana se siente incómoda de pertenecer a una coalición de izquierda, que salga del closet y se junte con su centro político, Renovación Nacional. Y en cuanto a los empresarios, les llegó un ministro que está haciendo bien la “pega” no más y cumple con su rol de cuidar los intereses de las clases trabajadoras del país.